miércoles, 11 de junio de 2014

El daño que hace el Spam es irreversible.


Muchas empresas como la mía padecen el irreparable daño que hace el SPAM o correo no deseado en los clientes y el público en general, personas que entregan de buen grado su correo electrónico para recibir determinada información comercial que le interesa y en lugar de eso son bombardeados con todo tipo de publicidad no deseada, porque alguien vendió su correo electrónico a terceros.

Este comercio ilegal de correos especialmente dañino solo beneficia a corto plazo a unos pocos desaprensivos que además no están interesados en tener una lista seria de contactos, sino de disparar al aire a ver si cazan algún pájaro. Si les pescan, puede que tengan que pagar una multa, pero poca cosa en relación con lo que ganan. Y mientras tanto desatan la ira de de aquellos que ven como su correo se inunda de basura día tras día, con la obligación de tener que "borrarse" o darse de baja para liberarse de esa desgracia, sin olvidar que nos hieren a los que enviamos correo comercial sí deseado.

Las prácticas indiscriminadas de Spam además de ser irrespetuosas, están muy mal hechas. No se tienen en cuenta en absoluto las preferencias de los suscriptores, detalle que podría convertir una campaña apestosa en exitosa de un plumazo. Veamos, si yo me registro en una web de ofertas y dejo claro que solo me interesan los viajes, y pongamos que añado que soy mujer soltera, española, de 65 años para arriba... ¿Por qué recibo al día siguiente cuarenta correos que me intentan vender un alargador de pene? y lo que es más doloroso, ninguno de viajes... 


Darse de baja

Es un requisito necesario la posibilidad de darse de baja para no recibir correos con información comercial no deseada. Así mismo, se puede y debe denunciar ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) que te han incluido en una lista de correos en la que tu no has optado por entrar, pero el tráfico de esas listas y la transferencia de datos supuestamente legal de una empresa a otra (amiga, filial, socia...), más la letra pequeña de no-se-sabe-donde hace imposible seguir el hilo de "donde me apunté voluntariamente" en principio, y "quién tiene ahora mi correo de manera ilegal" finalmente.

Por hacer un experimento, la semana pasada en Lauret Promociones hicimos la prueba apuntándonos a cinco webs de ofertas de diferentes países, especificando solo un área de interés, y estamos recibiendo ofertas no deseadas de todas las áreas en los cinco idiomas a un volumen de unos 200 correos diarios por idioma. Quizá, la Administración (que tanto se preocupa de la piratería en internet) podría poner más empeño en acabar con las empresas que comercializan los datos privados de las personas como el correo electrónico o los datos personales. 


Venta de correos

A pesar de las multas y las denuncias, es fácil comprar en internet listas de correos, bases de datos, etc, que presumen de ser perfectamente legales ya que el dueño del mail se apuntó voluntariamente a recibir ofertas, o se apuntó a cualquier otra cosa en su día, para recibir información concreta, o quizá se tuvo que registrar obligatoriamente para ver contenido extra, aprobando alguna casilla marcada por defecto que ni siquiera vio y que le embarcó sin remisión.

Parece poco inteligente por parte de una empresa gastar un dinero en comprar listas de correos de personas a las que luego... va a maltratar? Solo puede entenderse si fuese tremendamente rentable. Muchas empresas se ven engañadas y denuncian la venta de correos que luego les etiquetan como Spam, y aunque la empresa vendedora de datos sea sancionada, el daño es irreparable.

Pero es  doloroso ver el cansancio de la gente, como al pedir el correo a tus clientes habituales, los que te conocen de la tienda de toda la vida y a los que les vas a mandar información sobre lo que realmente les gusta (descuentos, ventas especiales o catálogo de novedades del producto que habitualmente te compran) se niegan en redondo a dártelo, porque " luego se les llena el correo de basura" y además les entran virus que no pueden  o no saben eludir. 

Por causa del SPAM, la comunicación directa del comerciante con el cliente se está desviando a canales que sirvan de garantía de confianza para el cliente, lugares poco idóneos como las redes sociales, donde cada vez hay más publicidad de pequeños comerciantes, desordenada y sin criterio, y que convierten las redes sociales en redes comerciales, con mensajes que atosigan y donde la gente empieza a cerrar sus filtros de nuevo por miedo al spam.

Habitualmente nadie tiene tiempo de borrar 50 correos no deseados, además de los 200 que ya se han desviado ellos solitos a la carpeta de SPAM. Pero merece la pena saber quién te manda la basura que no has pedido y la mete en tu buzón. Para ello es bueno buscar en la parte baja del mail, en la letra pequeña donde dice "darse de baja", "borrarse" o quizá "actualizar mis preferencias" y hacer clic para ser eliminado de esa lista de correo y tomar nota de la empresa que le apuntó, (será útil cuando todos los que hacemos marketing honesto y limpio decidamos denunciarlos, no solo por comercio ilegal de datos privados sino que además les achacaremos competencia desleal, daños y perjuicios).

En nuestra empresa somos especialmente respetuosos con las listas de correo de cada cliente (absolutamente intransferibles),  ya que de ese respeto depende el éxito o fracaso de cada campaña de marketing. Por nuestra parte estamos en permanente denuncia del SPAM, y nuestro objetivo se fija siempre en acabar con el correo no deseado. Nadie está obligado a recibir en su buzón lo que no ha pedido, y por lo tanto debe saber que puede hacer algo para evitarlo.